La festividad del Corpus Christi es muy conocida en el mundo entero y tiene, inclusive, muchos países donde se festeja de manera diferente dicha festividad. Es decir que, según cada cultura se ha ido moldeando y adaptándose, al punto de tener diferentes características según el país donde nos encontremos. En el caso de nuestro país, esta festividad remonta sus raíces a la conquista y evangelización que fue impuesta por los españoles conquistadores a su llegada el imperio Inca. Como es conocido en la cultura peruana, estos conquistadores impusieron sus festividades por encima de las festividades oriundas, como la del Inti Raymi.
Sin embargo, se puede ver como los antiguos incas se las ingeniaban para lograr festejar sus festividades, a pesar de que estas estuvieran prohibidas durante la conquista. Vemos, también, que aprovechándose de las similitudes que tiene esta fiesta con el Inti Raymi, sirvió de pretexto para seguir celebrando el Inti Raymi. Por poner un ejemplo, la idea de que existiera un dios al que se le realizara oraciones, sirvió para que los incas pusieran a ese dios como el Inti en remplazo de Jesucristo. A su vez, según Juan José Vega, los trajes de la élite cusqueña tenían bordados en sus vestimentas con la figura del Inti (dios sol). Las oraciones pasaron a convertirse en plegarias al dios Inti y se entremezclaron con ofrendas que realizaban las personas (alimentos oriundos del Perú como el maíz y la papa). Las vestimentas se tornan más coloridas, en comparación a lo que representa en sí la fiesta del Corpus Christi, y se unen diversas culturas realizando bailes con trajes de diversas partes de aquel antiguo imperio.
Podemos decir entonces, que más que similitudes entre el Corpus Christi y el Inti Raymi, podemos ver como los antiguos miembros de este imperio, ante la necesidad de seguir honrando a sus dioses, buscaron, en la fiesta del Corpus Christi, la manera de seguir realizando ofrendas y rezos a sus dioses. Este sincretismo religioso aún se puede observar en festividades de la sierra, donde existió el choque de culturas entre la española y la indígena americana, como por ejemplo, la fiesta de la Virgen de la Candelaria.